jueves, 19 de septiembre de 2013

ARTÍCULOS La Cacería de Thomas Vinterberg. ¿Los niños siempre dicen la verdad?

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La Cacería de Thomas Vinterberg.
¿Los niños siempre dicen la verdad?

Jessica Flechas Ca.
Apreciación cinematográfica.
Lucas, después de un difícil divorcio, ve como su vida va mejorando, tiene un nuevo trabajo como profesor en un jardín escolar, tiene una nueva novia y su hijo, Marcus, que vivía con su madre irá a vivir con él permanentemente. Entre los niños que asisten al jardín donde trabaja, está la pequeña Klara, la hija de uno de sus mejores amigos, que tiene un enamoramiento infantil por Lucas; cuando este la rechaza hace un comentario a la directora del jardín, un comentario bastante ambiguo sobre ‘el pito’ de Lucas, pero que la directora interpreta como el peor de los casos.
A partir de este inocente comentario se enciende una chispa que se propaga rápidamente por el pueblo. Lucas es acusado de cometer actos de pederastia con sus alumnos y gran parte de la película muestra la lucha del protagonista para demostrar su inocencia y obtener de nuevo la dignidad que le ha sido arrebatada.
La intención del director y co-guionista, Thomas Vinterberg, desde la narrativa es dejar claro que Lucas es inocente, así que la película no es de suspenso  o de falsos testigos, se trata esencialmente del camino que tiene que recorrer el protagonista desde la pequeña mentira detonante hasta la reivindicación de Lucas en la pequeña comunidad donde ocurre la historia. El espectador tiene la tarea de acompañar a Lucas por su tortuoso recorrido, no de deducir o atar cabos sueltos.
Vinterberg es uno de los fundadores del movimiento cinematográfico danés Dogma 95, que tiene como fin volver a la esencia del cine y del relato, renunciando a grandes y costosas producciones, efectos especiales y demás técnicas de posproducción. 
La película cuenta con elementos del Dogma 95: una narración lineal, escenarios que no han sido armados o modificados, simplemente escogidos y una estética, no de bajo presupuesto, pero si de un realismo y naturalidad visceral.  Pero conJagten, Vinterberg renuncia a otros elementos como la prohibición de crímenes y armas dentro del film, de hecho toda la historia gira alrededor de un crimen inexistente. Esta película ya no puede ser calificada como un producto de Dogma, pero rescata aspectos maravillosos.
La actuación de Mads Mikkelsen es estupenda, ya lo hemos visto en Hollywood interpretando al villano Le Chiffre en dos entregas de la saga Bond: Casino Royal y Quantum of Solace, pero este personaje deja ver una faceta completamente distinta, mostrando la versatilidad que tiene el actor danés.  Esta actuación le mereció el Premio de Cannes como mejor actor en el 2012.
Mikkelsen pone en escena de una forma entrañable la integridad y el carácter del personaje, donde este rumor llega a afectar a cada uno de los aspectos de su vida, su trabajo, su familia, sus amigos y su estatus de miembro respetable de la comunidad.
Vinterberg expone de manera genial un retrato social a través de esta historia particular la naturaleza de una pequeña comunidad en los suburbios de Dinamarca. Después de que el rumor se ha esparcido y con el boca a boca se ha vuelto cada vez más sanguinario, el pueblo decide discriminar a Lucas, sin ser esto suficiente para ellos, atentan contra su integridad física y contra su querida mascota, Fanny, una perrita que fue su única compañía cuando atravesaba su divorcio y su hijo estaba lejos de casa. A pesar de esto, Lucas tiene de su lado a su hijo adolescente, Marcus, y su amigo, Brunn, que creen en su inocencia ciegamente.
Uno de los ejes temáticos de la película es la duda. La cacería nos muestra de forma sobria, clara y paulatina como una sospecha se convierte en un motivo y en una justificación para odiar y atentar contra una persona, incluso si se ama a esta. También está el lugar del acusador y el acusado, la interpretación deAnnika Wedderkopp como Klara  es fascinante, con una siniestra inocencia encarna el inicio de todo el mal pero es imposible culparla.

La culpabilidad juega un papel importante en la trama, a diferencia de las películas de narración clásica donde el lado negro y malo de la historia tiene un origen único y fácilmente identificable. En este caso, el rumor -que más tarde se convirtió en un hecho- de la pedofilia de Lucas empezó con un comentario inocente de la pequeña Klara pero fue tomando forma con el boca a boca de los padres y adultos del pueblo.
La cacería nos cuenta de una forma realista, sin enredos y con naturalidad el tortuoso camino del protagonista hacia la búsqueda, no de la verdad, sino hacer que todos la vean. Aunque cuando ya terminen los 115 minutos de duración nos damos cuenta que Lucas ya nunca podrá deshacerse de ese rumor.

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