miércoles, 3 de julio de 2013

ARTÍCULOS Cómo interpretar la comunicación y la cultura A la luz de “Favela Rising”

ARTÍCULOS

Cómo interpretar la comunicación y la cultura 
A la luz de “Favela Rising”
POR: LUIS DAVID CÓRDOBA LADRÓN DE GUEVARA  
PROFESOR: LUIS FERNANDO RODRÍGUEZ


Más allá de las imágenes y de los meros datos que se evidencian en este documental, es menester determinar, con base en la connotación social de su contenido, así como también en la función social del mismo y por supuesto, en los efectos que causa y genera en la sociedad este relato, cómo se deben interpretar los conceptos de Comunicación y Cultura a través de este producto audiovisual. Éste relato que se da a conocer durante poco más de una hora, puede ser tenido en cuenta desde varios puntos de vista; ya sea como un material informativo de una situación crítica prolongada o de varias situaciones relacionadas e interconectadas, puede considerarse también como una historia de vida de un integrante de una comunidad o de varios ciudadanos con experiencias de vida similares, y por otra parte puede aceptarse, si se quiere, como la propaganda de un movimiento cultural dirigido a combatir de cierta manera la delincuencia y la criminalidad.

Desde cualquiera de estas perspectivas, esta producción fílmica contiene un relato entendido (según nos lo explica Jesús Martin Barbero en su discurso “Poner Este Roto País a Comunicar”) como contar, narrar una historia, que da cuenta de lo que son quienes la narran, a la vez que manifiesta uno de sus objetivos principales, el de contar para los otros, el ser tenido en cuenta. Es allí donde está la función social de los actores y del producto en cuestión, ya que para ser reconocidos necesitaban contar su relato para dar cuenta de la tensión entre lo que eran estas personas en el pasado y lo que querían llegar a ser en el futuro; sólo de esa forma podían influir en las decisiones que los afectan y paralelamente lograr que otros coterráneos y por que no ciudadanos de otras regiones se identificaran con ellos.

En esta función de “narradores” que asumen los protagonistas, la comunicación puede ser tenida en cuenta sin ninguna duda (como lo asegura Jesús Martin Barbero en  “Comunicación: O el  Deslinde de su Versión Instrumental”), como mediación mas no como mera información; en el sentido de que posibilita que algunos hombres (en este caso los brasileros de otras clases sociales o en general toda la teleaudiencia) reconozcan a otros (aquello que viven en las aproximadamente 600 favelas de Rio de Janeiro, en especial los que habitan en  Vigario Geral) y que se les reconozca como hombres en esas diferencias con los demás; y aparte, también contribuye a desestigmatizar a estas personas que son muchas veces prejuzgadas y encasilladas dentro de ciertos estereotipos posiblemente como consecuencia de la proliferación de mensajes por parte de los grandes medios de comunicación; o (como apunta Jesús Martin Barbero en el capítulo “Más allá de los limites del esquema”) como consecuencia de la reproducción ideológica al servicio de las clases dominantes. Desde esta misma función, la cultura puede considerarse (tal como lo plantea Jorge Iván Bonilla en “Reflexión hacia un lugar otro”) como articuladora de conflictos y de matrices de identidad dado que el contenido y los fenómenos referenciados en el video constituyen, por lo menos en parte, la estructura material del sistema social en Vigario Geral, y este contenido de alguna forma puede contribuir a comprender y/o transformar dicho sistema.
De otro lado tomando en consideración el impacto y los efectos que esta realización audiovisual puede generar en determinada sociedad, se podría decir que la comunicación es un mecanismo que facilita la identificación de los receptores del mensaje con quienes emiten los relatos, a través de la visualización de acontecimientos trágicos y reprochables que reflejan en cierta medida las experiencias de vida de algunos (varios) de estos receptores. Identificación que se da mediante la narración del relato, ya que esta constituye lo que se es, tanto individual como colectivamente (según lo afirma Jesús Martin Barbero en “Poner Este Roto País a Comunicar”). Estos receptores no son pasivos, sino que (como lo considera María Cristina Mata en “Nociones para Pensar la Comunicación y la Cultura Masiva”) son agentes activos del proceso de comunicación, por cuanto atribuyen un sentido a lo recibido, sentido que en ésta ocasión les permite reconocerse y encontrar una salida a sus problemas; en éste caso a través del arte, dándose la posibilidad de participar activamente en el grupo Afroreggae. En cuanto al efecto social, la cultura se podría entender como un componente que (según Jorge Iván Bonilla “Reflexión hacia un Lugar Otro”) condiciona no solo la edificación de nuevas formas de convivencia, como la propuesta artística de Afroreggae sino también el futuro como sociedad; en este caso de Vigario Geral en particular, teniendo en cuenta el interés colectivo de contribuir para erradicar sistemáticamente la criminalidad mediante la convocatoria de  niños, adolescentes y jóvenes dedicados a actividades delictivas y atrapados en contextos de violencia intensa y permanente; para instarlos a modificar su modus vivendi.

Desde el punto de vista de la connotación social del documental, la comunicación puede ser tenida en cuenta “como un proceso que se genera desde los problemas y desde las operaciones de intercambio social” (según plantea Jorge Iván Bonilla en “Reflexión hacia un Lugar Otro”) porque es un relato que se genera y se realiza desde los lugares donde ocurren los acontecimientos y las vicisitudes, además por que el relato es narrado por quienes vivieron el conflicto del cual trata en gran parte el documental, y también por que la propuesta a futuro, se realiza mediante la interacción social entre aquellos que idearon ese gran movimiento cultural y todos los demás afectados por el hostil sistema social de esa región. Claramente se evidenciaba la gestión realizada mediante interacciones cara a cara de los integrantes de Afroreggae para transmitir un mensaje de reflexión a los niños y jóvenes de las “favelas” acerca de la necesidad de alejarse de los círculos de la criminalidad y acerca de la indispensabilidad de estudiar para logra salir adelante.


Mientras que la cultura desde esta perspectiva de connotación social podría definirse (según lo expuesto en “La Crisis de la Comunicación en Colombia” por Gilberto Bello) como una estructura que se transforma dependiendo de la sociodinámica de la sociedad en la cual se sitúan sus prácticas; en tanto que en la medida en que el movimiento artístico (Cultural) iba ganando y sumando más seguidores, eso implicaba una alteración en la dinámica de interacción social, puesto que involucraba mayor cantidad de jóvenes y niños en eventos de índole social y artística que en cierta medida contribuían a menguar la actividad delincuencial (según datos aportados desde el mismo video) el grupo llega a tener mas de dos mil participantes activos, lo que contribuyo de seguro a lo que mencionó uno de los integrantes del grupo: “Hoy la favela es menos peligrosa, hay menos sufrimiento, más voz en la comunidad, más trabajo”. En la última década la cifra de traficantes cayó significativamente (según se informa en el mismo documental).

Los anteriores datos son una manifestación de cambio y de transformación plausible de la estructura social.

Por último, se debe destacar que la comunicación debe entenderse como un proceso de construcción social de sentido, que no es ajena a las prácticas de convivencia de una sociedad, capaz de dar cuenta de lo que en ella sucede a partir de lo que en ella representan los procesos comunicativos (Jesús Martin Barbero “Comunicación: O el Deslinde de su Versión Instrumental”).

En la medida en que los individuos tengan acceso a los medios de comunicación y puedan participar activamente en las prácticas comunicativas, se producirá una democratización de la comunicación que puede dar lugar a transformaciones positivas para la sociedad.

A pesar de que en este escrito se abordan aisladamente los conceptos de comunicación y Cultura a la luz de la “obra” Favela Rising, se debe tener en cuenta que: La comunicación tiene una connotación cultural por antonomasia (según indicó el profesor  Luis Fernando Rodríguez en clase de Comunicación y Cultura de la Fundación Universitaria INPAHU el 17 de Febrero de 2012). Es por ello que puede afirmarse casi sin temor a equivocarse, que la cultura es en este caso un “Medio” a través del cual se comunica un cúmulo de mensajes importantes para una sociedad, es decir a través de eventos musicales y de interacciones cara a cara se comunica el mensaje de “rechazo a la violencia”. Mientras que la comunicación es un “mecanismo” de expresión y participación social que se genera desde la cultura.

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