miércoles, 27 de noviembre de 2013

Periodismo - Luchando por la vida al lado del estadio

Periodismo
Luchando por la vida al lado del estadio
Por: Gil Guerrero Johann Fernando
González Tovar Anderson Fabián
Muñoz Barrera Diego Andrés

Sandra Rodríguez se siente cada día más feliz vendiendo helados en los alrededores del Estadio La Gaitana.


No ha amanecido todavía y ella ya está en pie, son las 5 de la mañana y se dispone a arreglarse y a alistar todo para su cita de cada domingo en las inmediaciones del Estadio La Gaitana de la Localidad de Suba. Se toma un tinto que acompaña con un pan mientras me cuenta lo feliz que ha sido durante ocho años que lleva vendiendo helados, dulces y gaseosas para todos los visitantes del sector.
Mientras Doña Sandra degusta su desayuno me ofrece un café, que yo acepto, porque como dice ella  “el frío está tremendo” y empieza su relato. En más de cinco años en los alrededores del estadio ha vivido muchas historias, muchas de fortuna y otras que es mejor no recordar, como la de un domingo del 2008 cuando apenas empezaba su negocio, botó $100.000 de camino a casa: “Ese día me fue muy bien, porque vendí parte de lo que había llevado, pero desgraciadamente al sacar mi celular del bolsillo creo que boté la plata”. Desde entonces nunca carga el dinero en los bolsillos, ella prefiere llevarlo en un maletín, por su seguridad y para no botar el dinero de los bolsillos.
Pero así como hay historias desafortunadas, hay otras que ella cuenta con orgullo, talí como el año pasado   cuando conoció al papá de Falcao García que vino a la clausura del Torneo La Gaitana: “Él me dio la mano, me dijo que cuánto costaba una Coca-Cola, me la compró y se fue. Un tipo muy querido”. Feliz, ella contó esta historia como si hubiera venido el mismísimo ‘Tigre’ y además anexó que es hincha del equipo en donde juegue Radamel Falcao: “Yo era hincha de River hasta que se fue al Atlético, ahora cuando puedo me veo sus partidos”.

A sus 36 años y con ganas de trabajar, salimos hacia el estadio y me sigue contando experiencias, mientras lleva su triciclo con productos de hidratación y por supuesto, un buen helado. Me dice que allá le ha ido muy bien y que el Torneo La Gaitana le ha beneficiado mucho : “Yo le doy gracias a Dios por estos espacios de esparcimiento para los jóvenes y también porque yo me he beneficiado económicamente” resaltó Sandra con una sonrisa.
Llegamos a su punto de trabajo, y desde que llega a las 6:30 de la mañana ya le están pidiendo golosinas para el frío. Se ven jugadores, entrenadores y árbitros, que  están preparándose para los juegos del día. Ella inicia su labor y no la molesto más, porque como dice ella: “Acá el boleo es grande”.

La dejo en su trabajo, pero lo que me queda es la experiencia de conocer a una mujer luchadora, que con su trabajo ha sacado adelante a su hija de cuatro años y le ayuda a su mamá quien se la cuida mientras ella trabaja los domingos y estudia entre semana administración de empresas. Se despide de mi pero antes me dice: “Que Dios lo bendiga y muchas gracias por fijarse en mí para su trabajo” y claro, cómo no fijarse en una mujer en una mujer que trabaja y ayuda a crecer uno de los mejores torneos de la capital, el Torneo La Gaitana.


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