miércoles, 17 de diciembre de 2014

Artículos “BIENVENIDO A UNINPAHU”



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“BIENVENIDO A UNINPAHU”
Por Joan Sebastián Díaz García
Estudiante Facultad de Comunicación, Información y Lenguaje



El año 2014 estaba entrando a la tarima, el reloj histórico lo recibía con muchos eventos que realizar. Por mi parte, estaba iniciando una nueva etapa en mi vida: había terminado el colegio, donde el tiempo era suficiente y la única responsabilidad era cumplir con algunos trabajos. Medio año estuve sin mucho que hacer, aunque, claro está, con muchas  ambiciones y metas por cumplir, una de ellas, ser estudiante universitario, la cual podría cumplir unos meses después; de pronto escuché algunas propuestas y rápidamente me animé por una de ellas.
Mi madre me contó sobre un lugar donde podría estudiar y comenzar una carrera de educación superior. La que más llamó mi atención fue Comunicación Social y, sin pensarlo dos veces, me matriculé. El campus, la calidad de gente y el plan académico fueron algunos eslabones que ayudaron a que tomara esta decisión sin dar tantos rodeos al asunto.
Un nuevo semestre acababa de iniciar en Uninpahu: era 21 de julio de 2014; con alegría, nervios, curiosidad y entusiasmo empecé mi primer día como estudiante universitario. Entre las actividades e inscripciones, me enteré de que la institución ha llegado a sus 40 años y vi con curiosidad como algunos comenzaron a recordar.
Los más antiguos tienen cientos de historias que contar, en su mayoría empleados del lugar; otros pocos son estudiantes que alguna vez pasaron por sus sedes, hacen memoria de algunos hechos y sus experiencias, y los relatan con gran orgullo, pues para cada uno de ellos estos edificios que, a simple vista, parecen casas viejas con algún suceso antiguo que deben confesar, han sido un segundo hogar para estos personajes que han visto, a través de las décadas, como Uninpahu ha llegado a ser lo que hoy en día es.
Recuerdo que unos días antes de comenzar, visitando las instalaciones de la institución, me encontré con dos amables celadores: uno de bigote y de apellido Vélez, quien se veía que llevaba mucho tiempo laborando allí; la otra era una mujer muy cortés quien, por el contrario, tenía poco tiempo en el lugar. Ellos me contaron como la institución había evolucionado tanto académica como estructuralmente y mejorando con el tiempo cada vez más.

«Esa sede es nueva»
Gracias a una pregunta sobre los cambios de la universidad que escuché en una entrevista que le hicieron a un egresado de Telecomunicaciones llamado Alex Camargo, recordé que los celadores, estando en un ambiente muy ameno y con un gran sol, me relataron cómo los edificios habían cambiado; Vélez, señalando con su mano, me mostró la sede 23 y con una sonrisa  dijó: «esa sede es nueva», haciendo referencia a que ese lugar había sido modernizado.
Cuando me iba a retirar, asegurando mi estadía y con un gran gesto en su rostro, la mujer pronunció las siguientes palabras: «¡Bienvenido a Uninpahu!».
Volviendo a la entrevista, el exalumno contó de manera muy entusiasmada cómo el lugar que le permitió sobresalir un poco en la sociedad, ha ido ganando títulos y adquiriendo mayor prestigio en el sistema de educación colombiano, reconocimientos que ha recibido desde el año de su fundación, en 1972, cuando algunos ambiciosos docentes decidieron emprender este gran proyecto que arrancó tan solo con unos pocos edificios, pero que al pasar los años fue convirtiéndose y transformándose en lo que actualmente son, y del cual puedo decir hoy hago parte.

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