lunes, 5 de mayo de 2014

Editorial De los premios ‘Oscar’ al cine negro

Editorial
De los premios ‘Oscar’ al cine negro
Por: Luis Alejandro Hernández
Docente Facultad de Comunicación, Información y Lenguaje
En fechas recientes, uno tras otro, han sido otorgados afamados premios cinematográficos como los Globos de Oro, los Spirit Awards, los del Sindicato de Actores, los Bafta de la Academia de Cine Británico y los premios Oscar, de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood.
Es interesante revisar cómo este año, como en todas estas premiaciones, han arrasado cintas que abordan la temática racista desde muy diversos ángulos, reconocimiento que suena más a la “mala conciencia” de occidente sobre una problemática que está muy lejos de ser superada.

Lupita Nyong'o, la nueva princesa de Hollywood. Esta imagen ha sido publicada originalmente por Diario EL COMERCIO en la siguiente dirección: http://www.elcomercio.com/entretenimiento/Oscar_2014-actriz-ganadoras-perfil-Lupita_Nyong-o_0_1097290466.html.

El cine norteamericano en particular, desde sus orígenes, ha sido prolífico a la hora de representar los de conflictos sociales en general, como la problemática racial en particular.
Al tratarse  de conflictos etnicos, estas minorías -a veces mayorías subyugadas- han recibido el trato del “otro”, al cual se le sitúa, casi siempre, dentro del lenguaje de la patología, del miedo, la locura, el crimen, la miseria, la mala suerte o la degeneración.
Ya en la magistral obra EL NACIMIENTO DE UNA NACIÓN (1915), David Griffith, presenta la imagen de los negros como seres depravados, incultos, violentos y lascivos, estereotipo repetido hasta la saciedad.

Imagen de la Pelicula "El Nacimiento de una Nación". Esta imagen ha sido publicada originalmente por SENSACINE en la siguiente dirección: http://www.sensacine.com/peliculas/pelicula-5433/fotos/detalle/?cmediafile=20197053

EL NACIMIENTO DE UNA NACIÓN presenta a los Cameron, familia de Carolina del Sur, propietarios de una plantación de algodón, quienes junto a sus esclavos, mantienen una idílica existencia.
Con la llegada de la Guerra Civil, y el arribo de los negros del Norte, se acabará todo ello, corrompiendo a los esclavos, quienes al sentirse libres, darán rienda suelta a todo el sadismo y bestialidad reprimida por el viejo sistema esclavista.
Crece la revuelta y los negros cometerán todo tipo de desmanes llegando incluso a violar a la hija pequeña de los Cameron quien recurre al suicidio como forma de evitar mayores ofensas.
Como solución aparece el “imperio invisible”, hombres blancos encapuchados quienes hacen frente a los rebeldes y se presentan como defensores de la virtud de la mujer blanca, del honor y las glorias del pasado.
Algo similar sucederá con los nativos norteamericanos, representados como bestias salvajes, opuestos  a la civilización y el progreso. Los ingleses también, en sus sagas sobre la colonización, se representarán como casta superior.
La aristocracia inglesa, dedicada a los nobles oficios de la administración o el ejército, educados en Oxford o Cambridge, asume actitudes paternalistas ante los colonizados indios y negros.
La representación en el cine de la negritud ha sido objeto de interesantes análisis por parte de numerosos intelectuales afroamericanos como Melvin van Peebles.
Recordemos como al principio se les negó a los negros la posibilidad de representarse a sí mismos, siendo los propios blancos quienes encarnaban sus papeles con la cara tiznada, tal y como ocurre en la adaptación de LA CABAÑA DEL TÍO TOM (1903) de Edwin Porter.

Imagen de "La cambaña del tio Tom". Esta imagen ha sido publicada originalmente porhttp://en.wikipedia.org/wiki/Film_adaptations_of_Uncle_Tom's_Cabin

Los negros no podían aparecen en la pantalla grande y menos aún en roles protagónicos. Ya en EL CANTOR DE JAZZ (1927), famosa por haber sido el primer largometraje sonoro del cine americano, Al Johnson, tiznado de negro, interpretaba a un vocalista negro.

Imagen de la película "Cantor de Jazz". Esta imagen ha sido publicada originalmente porhttp://adeodo.blogspot.com/2011/05/la-edad-de-oro-del-cine-sonoro.html

En posteriores producciones, los papeles reservados a actores negros serían los de criados, cómicos, bestias brutales o personajes temblorosos y estúpidos carentes de un criterio propio.
Los negros respondían con un “sí amo” a las demandas de sus señores, característica que ilustra la inferioridad de los negros, obligados a perpetuar la imagen que el hombre blanco tenía de ellos.
Con muy pocas excepciones, el cine le enseñaba a los mismos negros, la vergüenza de ser negro, mostrándoles una imagen despreciable generada por el hombre blanco, e interiorizada profundamente por la población negra.
En una de las primeras cintas rodadas por negros y protagonizada por actores negros “no torpes ni imbéciles”, se recurrió a la presentación del héroe con una piel más blanca que la de los negros malos.
ASESINATO EN LA AVENIDA LENOX, MOON OVER HARLEN o CHICAGO AFTER DARK, reflejan la colonización mental de la población negra falsificando su cultura, sus palabras e imagen, y obligados luego a consumir estas imágenes hasta el hartazgo.


Quizá una de las pocas excepciones en esta primera época cinematográfica respecto a la representación estereotipada de los negros, la constituya la célebre CASABLANCA (1942).
En CASABLANCA, Dooley Wilson interpreta magistralmente a Sam, el pianista negro del Café de Rick, mezcla de amigo y sirviente quien obedece fielmente los requerimientos de Rick (Humphrey Bogart).

Imagen de la película "Casablanca". Esta imagen ha sido publicada originalmente porhttp://www.doctormacro.com/Movie%20Summaries/C/Casablanca.htm

Según A. Colombres1 en “El cine y los medios audiovisuales: hacia una nueva oralidad de los pueblo indígenas”, nunca, o muy rara vez, el oprimido habla por sí mismo.
Se habla por él, subrayando su “primitivismo” o en el mejor de los casos sus condiciones de “buen salvaje”. La imagen, descontextualizada, es tratada con exotismo, eliminando así los referentes necesarios para una cabal comprensión.
Parecida situación a la del cine de los años 40 se puede encontrar en la televisión de esos mismos años, en la que los negros no tienen cabida. Habrá que esperar hasta los 50 y 60 para que el negro entre en escena con una imagen renovada, pero también, nuevamente manipulada.
MATAR A UN RUISEÑOR (1962), realizada por Robert Mulligan, aún hoy es objeto de polémica por presentar, de forma descarnada, la violencia ejercida contra los negros y la incapacidad de la justicia para enfrentar los hechos.

Imagen de "Matar a un ruiseñor". Esta imagen ha sido publicada originalmente porhttp://comolohariawilder.blogspot.com/2013/04/matar-un-ruisenor-1962-atticus-finch-y.html

El estreno de la cinta coincidió con el movimiento pro derechos civiles y convirtió a Gregory Peck, su protagonista, galardonado con el Oscar al mejor actor, en la conciencia cívica de la población blanca.
Los conservadores denunciaron que es un retrato prejuicioso e inadecuado del racismo sureño. Por otro lado, se afirma que es vergonzoso presentar al abogado blanco como un modelo de antirracismo.
Los movimientos multiculturales afirman que se trata del liberalismo más conservador al interpretar la opresión racial como un asunto moral, individual, sin abordar las causas sociales, políticas y económicas que tejen tal desigualdad.
Surge entonces una nueva imagen la cual representa a un negro elegante, de gran sonrisa, con voz melodiosa y gran talento musical; un negro que no incomoda a los blancos y que podía ser motivo de orgullo para los negros.
Algunos analistas critican crudamente la mansedumbre dulcificada de un Louis Armstrong en el cine, o de un Nat King Cole en la televisión, pero el mejor referente de esta nueva imagen será Sidney Poitier, quien lo encarnará a la perfección.
Poitier será, durante muchos años, el negro educado e inteligente, hablando un inglés perfecto, elegantemente vestido y con unas maneras exquisitas en la mesa.
Es en definitiva un negro quien se comporta como “todo un blanco” en la cinta ADIVINA QUIÉN VIENE A CENAR (1967), comedia sobre romance y racismo de Stanley Kramer, protagonizada por Spencer Tracy y Sidney Poitier.

Imagen de "Adivina quién viene a cenar". Esta imagen ha sido publicada originalmente porhttp://cinestonia.blogspot.com/2012/01/adivina-quien-viene-cenar-1967-stanley.html

De acuerdo con Ángel Rubio en su ensayo titulado EVOLUCIÓN DEL RACISMO EN EL CINE NORTEAMERICANO,2 Melvin Van Peebles, Spike Lee y John Singleton hallarán luego, diferentes formas de realizar cine “de negros” y “para negros”.
En la década de los 70, Melvin van Peebles conseguirá introducir con su película SWEET SWEETBACK’S BAADASS SONG (1971), un nuevo estilo que estimulará a las jóvenes audiencias, hambrientas de personajes rebeldes.

Imagen de Sweet Sweetback’s Baadasssss Song. Esta imagen ha sido publicada originalmente porhttp://cineawesome.com/sweet-sweetbacks-baadasssss-song/

Melvin Van Peebles, productor y director, al encarnar también a Sweetback, les ofrecerá un personaje muy distinto a los encarnados por Sidney Poitier, justo el personaje que demandaba la población negra del momento.
El suyo será un negro maleducado que responde a la violencia con más violencia, triunfando sobre la corrupción blanca y haciendo gala de una sexualidad descarnada.
Tal sería la identificación del público negro con el personaje, que hasta la dirección de los Panteras Negras recomendó a sus militantes la asistencia a las salas de proyección para disfrutar del nuevo héroe y sus hazañas.
Con SWEETBACK, Van Peebles captó el clima de orgullo y afirmación negra que se extendía por los guetos de las grandes ciudades, presentando a un héroe popular, rebelde y sin cortapisas, a la hora de saltarse de los márgenes legales.
Peebles populariza la imagen del chulo y el desprecio por la mujer negra a la que presenta poco menos que como una prostituta, generando una nueva caricatura de negritud, muy vinculada a la irresponsabilidad y al machismo.
Todas esas producciones escritas, producidas e interpretadas por gente de raza negra, son conocidas como BLAXPLOITATION, entre cuyas cintas más significativas se encuentran la saga de SHAFT y SUPERFLY.
A finales de los 80 una nueva generación de realizadores afroamericanos como Bill Duke, Reginald Hudlin, John Singleton o Spike Lee, reflejarán en su cine los problemas de esa comunidad.
La labor e importancia de John Singleton y Spike Lee en el cine hecho “por negros” y “para negros”, está fuera de toda duda.
Singleton aborda los problemas de los jóvenes en los barrios marginales de las grandes ciudades, cuyas vidas están dominadas por dinámicas de carácter racial, acosadas por los problemas derivados de las drogas, el crimen o la violencia.
La población negra acostumbrada a verse reflejada en el cine de forma humillante, marginal, servil, impotente y animal, encontrará en John Singleton, y sobre todo en Spike Lee, un nuevo sistema de identidad y orgullo.
Junto a John Singleton, Spike Lee, será el principal realizador de lo que ha venido a denominarse “cine de negros” y se convertirá en la conciencia fílmica de la población afroamericana de los Estados Unidos.
A pesar de nacer en Atlanta, Georgia, la juventud de Spike Lee transcurrió en las calles de Brooklyn y pronto llamará la atención de la crítica cinematográfica internacional con películas de culto como HAZ LO CORRECTO (1989).

Imagen de "Haz lo correcto". Esta imagen ha sido publicada originalmente por https://citizencarlos.lamula.pe/2010/07/18/haz-lo-correcto-1989/citizencarlos/

En esta cinta refleja a la comunidad negra de Brooklyn en contacto con otras minorías y clases sociales, mostrando la hostilidad que se cruza en la escena norteamericana.
Spike Lee comenta que lo importante era mostrar la interacción entre las razas y las culturas. Pretender que todos los americanos son iguales, cualquiera que sea el color de su piel, es pura y simplemente una mentira. Una enorme mentira.
El cine de Spike Lee es comprometido y controvertido, sin importarle la incomodidad que pueda causar entre la población blanca y sin amilanarse ante aquellos que le acusan de hacer un cine excesivamente militante para negros.
Mientras Sydney Poitier encarnó un modelo de integración de minorías negras de los Estados Unidos, Spike Lee afirma las formas de hablar, de vestir y de andar. Su música, relaciones familiares y filosofía, a modo etnográfico, opuesto a todo lo conocido como representación del negro americano.
Tres películas recientes, con perspectivas diferentes, abordan el tema del racismo en Estados Unidos y de seguro no es casualidad.
El director Steve McQueen, en 12 AÑOS DE ESCLAVITUD  presenta con cierta crudeza, la crueldad de la esclavitud, aunque las raíces profundas nunca se tocan, su tono es sensiblero y presenta el típico final feliz de Hollywood.

Imagen de "12 años de esclavitud". Esta imagen ha sido publicada originalmente por http://filmint.nu/?p=10364

McQueen narra la historia trágica de un hombre libre, que a mediados del siglo XIX que es secuestrado y vendido como esclavo. Pero ¿qué pasa con los miles que nacieron y murieron en condición de esclavitud?
Lee Daniels, por su parte, en su película THE BUTLER, narra la vida de un mayordomo de la Casa Blanca, testigo de excepción del nacimiento del movimiento de derechos civiles.

Imagen de la película "The Butler". Esta imagen ha sido publicada originalmente porhttp://www.hollywoodreporter.com/news/butler-oprah-jane-fondas-costumes-604367

El personaje interpretado por Forest Whitaker (quien ya ganó el premio Oscar a mejor actor en 2006), es Cecil Gaines, un hombre que trabajó durante varias décadas en la Casa Blanca y sirvió a siete presidentes. 
Lee Daniels su director, un reconocido activista, supera el estereotipo de retratar a los blancos como villanos y a los negros como víctimas.
FRUITVALE STATION, del novato director Ryan Coogler, narra el caso de Oscar Grant, asesinado por la Policía en Oakland, California, suceso muy comentado que generó todo tipo de reacciones entre la comunidad afroamericana. 

Imagen de "Fruitvale Station". Esta imagen ha sido publicada originalmente por http://blogs.indiewire.com/theplaylist/watch-trailer-for-sundance-winner-cannes-entry-fruitvale-station-20130510

FRUITVALE STATION se aleja el sermón racial, el descontento o la ira y se plantea la pregunta del valor de la vida humana desde la perspectiva del dolor, cinta que también ha recibido muchos premios internacionales.
Si 12 AÑOS DE ESCLAVITUD transcurre durante la lucha por la abolición de la esclavitud en el siglo XIX, THE BUTLER acontece en los años 60, en plena lucha por los derechos civiles, mientras que FRUITVALE STATION, está ambientada en la actualidad.
Como dato curioso, la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood, en sus 87 años de historia, solo ha nominado a dos directores negros: John Singleton, por BOYZ’N THE HOOD y a Lee Daniels, por PRECIOUS. 
En el caso de Steve McQueen, es la primera vez que a un hombre de color se le asigna la estatuilla como mejor película por su realización en 12 AÑOS DE ESCLAVITUD.
El éxito de estas tres películas coincide con que Cheryl Boone Isaacs es la primera mujer negra en asumir el cargo de presidenta de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood.
Debido a la presidencia de Barack Obama en la presidencia, el racismo es un tema que se encuentra de nuevo en la agenda pública de Estados Unidos, circunstancia que se suma a la calidad estándar internacional para cualquier cinta hecha en Hollywood.
La representación del “otro” en el cine norteamericano ha sufrido una radical evolución desde los orígenes del séptimo arte hasta la actualidad.
Dicha transformación ha estado marcada por la propia evolución social y la imposición de normas y leyes bajo el principio objetivo de lo “políticamente correcto” que supone luchar contra la discriminación racial.
A pesar de ello, la situación social en el mundo sigue siendo realmente alarmante, y los conflictos étnicos en los Estados Unidos están hoy a la orden del día.
Sin embargo, y al menos en cuanto al cine se refiere, el papel desempeñado por las minorías, en especial los afroamericanos, dista mucho del que desempeñaron en las primeras producciones cinematográficas.
Queda aún pendiente una sólida denuncia de este cine racista, así como una profunda reflexión sobre las consecuencias que este tratamiento estereotipado y marginador genera en la sociedad actual.
Es preciso que el espectador tome conciencia de la manipulación a la que se le somete y para ello es posible contar con la revisión al pasado, muchas veces vergonzoso del universo cinematográfico.
Sin embargo existen algunas condenas al período esclavista como en AMISTAD, de 1997, o los acontecimientos racistas de los años 60 en películas como MISSISSIPPI EN LLAMAS de Alan Parker.



1. COLOMBRES, A.: “El cine y los medios audiovisuales: hacia una nueva oralidad de los pueblos indígenas”, en Voces y culturas. Número 13. 1998. Págs. 3344.
2. Ángel L. Rubio Moraga EVOLUCIÓN DEL RACISMO EN EL CINE NORTEAMERICANO. DE DAVID W. GRIFFITH A JOHN SINGLETON Y SPIKE LEE. Dpto. de Historia de la Comunicación Social Facultad de Ciencias de la Información Universidad Complutense de Madrid.

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