jueves, 19 de junio de 2014

Narrativa Cuento GENTE BUENA

Narrativa
Cuento

GENTE BUENA
Por: Jair Caribello
Estudiante Facultad de Comunicación, Información y Lenguaje
“GUNS, DRUGS AND MONEY”
MEGADETH

El horror es casi palpable. Los animales de dos patas y caparazones de colores oscuros, maquillajes oscuros, almas oscuras, cigarros oscuros, dolor de vivir y de no pretender más que buscar en acordes simbólicos un escape, una escotilla por dónde asomar la cabeza y liberarse de querer ser buenos. No mi vida, esta noche no quiero ser bueno.


Hoy no quiero pensar en los muertos de tu sociedad asesina, esa que nos va matando desde niños, esa que nos enseña a soñar y luego nos rompe las alas. Bastaba encender el televisor para darnos cuenta de que todo estaba controlado, de que no estaba permitido cruzar fronteras porque te convertías, al hacerlo, en un maldito criminal que merecía morir en el intento. La tierra de la libertad, del rock n´ roll, de las prostitutas muriéndose de hambre en las calles, de niños convulsionando por sobredosis en los andenes; la tierra de la libertad oscura, del rock n´ roll oscuro, de las prostitutas muriéndose de hambre oscura, de niños convulsionando por sobredosis en los andenes oscuros. Toda esa gente es gente buena. No mi vida, esta noche no quiero ser bueno.
Me levanto del sillón con la cerveza agarrada de mi mano, yo no la sostengo, ella me sostiene a mi. Me dirijo al baño y me abro paso por entre ese mar de animales de dos patas que agitan sus cabelleras largas al compás de acordes muertos, cabezas muertas, tristezas muertas, manillas con taches muertos, sonrisas muertas. Todos aquí están muertos y buscan la salida, el escape, volver a la vida y por un momento lo logran, resucitan, se encuentran, se aman, se drogan, se embriagan y yo salgo del baño, los miro: toda esa gente es gente buena.
Vuelvo a mi sillón y vuelvo al trance. Ella no me ve, no es buena ni quiere serlo, se está encontrando a sí misma. Apenas podría percibirse un brillo celestial en sus ojos, ese brillo que obtiene la gente rota que quiso amar al mundo y terminó detestándolo porque los miserables aprende a odiar su miseria, que a final de cuentas, es el mundo.. Apenas puedo reconocer algo de dulzura en sus ojos desorbitados, pero la dulzura no se encuentra solo en gente buena, también se encuentra en ella y parece mirarme de vez en cuando y decirme con una mueca: No mi vida, esta noche yo tampoco quiero ser buena. “No hay necesidad” le digo sin decirle mientras levanto la cerveza y brindo por ella en silencio. No hay necesidad de ser buenos, mejor toma mi mano y larguémonos a escuchar rock n´ roll mientras matamos gente en Cuba, o en México, o en Etiopía, o en Saturno. Allá donde vive toda esa gente buena y luego nos volamos los sesos mientras nos decimos con amor “plata o plomo, gringo”

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