martes, 6 de agosto de 2013

Artículos - Símbolo de resisitencia

ARTÍCULOS

El 6 de junio del presente año se informó a través de los medios masivos la indemnización otorgada por la Nación al ganadero Huilense Ismael Díaz Gaitán, asesinado en 2003.
En torno a este mismo hecho, La39.co publica dos crónicas cortas a manera de antecedentes, realizadas por la periodista y docente de la Institución, Adriana Palacio Garcés durante el 2003 para el periódico El Tiempo.
Los presentes textos estarán incluidos en el libro "Historias de bien acá" en proceso de edición y publicación por parte de la Facultad de Comunicación, Información y Lenguaje de la Institución Universitaria INPAHU.


Símbolo de resistencia
Por: Adriana Palacio Garcés
Docente Facultad de Comunicación, Información y Lenguaje
Ni siquiera en época de Navidad estuvo tranquilo Ismael Díaz, el ganadero huilense que siempre se ha negado a contribuirle económicamente a las Farc.

Como regalo del Niño Dios, a la casa de este hombre, ubicada en un céntrico barrio de Neiva, fue lanzada una granada pasadas las 8 de la noche, como uno de los tantos intentos para acabar con su vida. La maniobra fue repetida el 31 de diciembre a las 7 de la mañana.
Los terroristas no querían que terminara el año con vida, dijo el viejo Ismael, como lo llaman sus amigos, y quien a los 81 años se convirtió en víctima y héroe para el sector ganadero y los habitantes del sur del país, y en símbolo de resistencia para la guerrilla.
Es que en el cuerpo de ese viejo que tiene algo raro que lo protege. -se enteró que así lo comentan los guerrilleros- tiene incrustados 10 proyectiles recibidos en 12 atentados. También le han robado más de cinco mil cabezas de ganado, dinamitado tres fincas y desterrado de otras dos. Ha visto morir a sus conductores y acompañantes y caer heridos a algunos de sus nietos que lo acompañaban en sus travesías.
Siempre se ha negado a dejarse vacunar. Pese a las amenazas que empezaron en 1970, él continúa al frente de sus negocios basados en el trabajo del campo.
A los 16 años empezó a vender cebolla. Con las ganancias compró una parcela, después el ganado y así logró amasar su capital.
Ismael ha vivido muchos momentos de zozobra en su vida que ya cumplirá 82 años el próximo 2 de febrero. Incluso, en 1970 fue secuestrado durante una semana.
En esa época pagué por la liberación 300.000 pesos, que fue como pagar ahora unos 500 millones, pero ese secuestro me sirvió mucho para entender que, así como uno tiene miedo cuando lo secuestran, ellos- los secuestradores- - también se asustan mucho, dice.
Agrega que: Los trataba mal y los retaba a que me mataran, pero ellos no son capaces y siempre trataban de que no me pasara nada, por la plata. Ahí aprendí que no se les debe tener miedo. Ellos también se mueren y casi siempre le tienen miedo a la muerte, expresa en tono pausado.

Cerca de la muerte
Con cierto orgullo, Ismael cuenta que cuando lo iban a secuestrar en inmediaciones del mercado campesino del barrio Calixto de Neiva -julio de 1999- , la guerrilla había escogido a sus mejores hombres, tal vez a los más aguerridos, pero se enteró de que muchos se negaron a participar en el plagio porque lo consideraban como un hombre sobrenatural, que hasta el diablo lo cuidaba.
Los guerrilleros, que lo esperaban, abrieron fuego cuando lo vieron. El y sus hombres respondieron con tiros de escopeta. Sin embargo, uno de ellos alcanzó a cogerlo y a maniatarlo, apuntándole siempre con un revólver.
Yo saqué fuerzas de donde no las tenía, lo empujé, le quité el arma y le disparé... Lo único malo de todo esto fue que me mataron a Milcíades, mi conductor.
Desde que el gobierno de Andrés Pastrana entregó a las Farc los cinco municipios que componían la zona de distensión para adelantar los diálogos de paz, Ismael sufrió, tal vez como ningún otro colombiano, los rigores del conflicto armado.
Primero, las Farc le robaron las 3.500 cabezas de ganado que tenía en San Vicente, por lo cual instauró una demanda al Estado. Luego se incrementaron las amenazas y boleteos, a los cuales nunca ha cedido y le han dejado fincas destruidas y amargos recuerdos.
A ellos no les ha bastado con robarme lo que han querido, sino que además han intentado matarme, hacer lo mismo con mi familia y a todo el que esté a mi lado.
A uno de sus nietos le pegaron dos tiros en uno de los atentados, cuando la guerrilla le quemó la finca El Iguá en Campoalegre.

Prisionero en su casa
Ismael, que vive con su esposa María Esther Lozano de Díaz, y ya casi no sale de su casa, tiene ocho hijos- cinco hombres y tres mujeres- - que lo visitan de vez en cuando. Ellos tuvieron que salir de Neiva.
El, que no tiene pelos en la lengua, asegura que la única opción para sacar adelante el país es con alguien que tenga cojones como el ex presidente peruano Alberto Fujimori.
Yo creo que Uribe es como un Fujimori y eso es lo que necesitamos, un tipo verraco. Y es que para Ismael, el Estado colombiano está lleno de arrodillados... de gente que no tiene claro ni para dónde va.
El valor de decir lo que se piensa en un país como Colombia y en un departamento como el Huila tan azotado por la violencia y permanentemente rodeado de grupos al margen de la ley, no es fácil.
Pese a esto, Ismael, asegura que lo único que le pide a Dios y a la Virgen Santísima, es que lo favorezcan para que no tenga que morir en manos de la guerrilla.
El Tiempo 19 de enero de 2003


La última vida de Ismael Díaz
Por: Adriana Palacio Garcés


Ismael Díaz, un ganadero que sobrevivió a ocho atentados de las Farc y que nunca cedió a sus extorsiones, fue encontrado ayer en la madrugada en la capital huilense, al lado de su cama, con un tiro en la nuca.
A las cinco de la mañana, como de costumbre, su empleada doméstica entró a la habitación con una taza de agua para él. Díaz estaba en el piso, envuelto en una sábana blanca y abrazado a su almohada. La empleada pensó que se había caído, pero al tratar de despertarlo encontró su cara manchada de sangre.
Poco después, el Cuerpo Técnico de Investigaciones (CTI) de la Fiscalía realizó el levantamiento del cadáver.
Las autoridades no tienen aún ninguna pista que conduzca a determinar quién ingresó a la residencia sin hacer el menor ruido, ni cómo disparó y volvió a salir.
Se cree que el asesino utilizó una pistola 9 milímetros con silenciador. Las hipótesis iniciales apuntan a las Farc, que intentaron asesinarlo en varias ocasiones y que también han tratado de secuestrar, extorsionar y hacerles daño a sus seres queridos.
También se habla de la posibilidad de un robo, pues el anciano (84 años) guardaba en su casa bolsas con grandes cantidades de dinero.
Por las continuas amenazas contra su vida, Ruiz contaba con un grupo de escoltas integrado por 10 hombres, pero éstos solo lo cuidaban cuando salía de la casa.
En una de sus últimas declaraciones a EL TIEMPO, el acaudalado personaje señaló: Las Farc me han robado 4.282 cabezas de ganado y me han obligado a abandonar cuatro fincas, una de ellas de 3.120 hectáreas y ubicada en el municipio de Baraya. Esto, sumado a ya no sé cuantos atentados, que me han dejado secuelas por todo el cuerpo, además de dolor y miseria.
A Ruiz no le preocupaba que lo mataran, pues estaba convencido de que su vida estaba en manos de Dios.
Sus exequias se realizarán hoy, a las 10 de la mañana, en Jardines del Paraíso.
El Tiempo 14 de junio de 2003

No hay comentarios:

Publicar un comentario