lunes, 2 de marzo de 2015

Artículos LA JUVENTUD SE TOMÓ EL CONCEJO DE BOGOTÁ

Artículos
Entrevista a los tres cabildantes más jóvenes del Distrito
LA JUVENTUD SE TOMÓ EL CONCEJO DE BOGOTÁ
Desde hace algunos periodos los jóvenes vienen tomando protagonismo en el escenario político de la capital, a tal punto que en la actualidad, en el Concejo de Bogotá, tres de sus miembros son los más jóvenes que han ocupado el cargo legislativo más representativo del distrito.
Desde distintas vertientes políticas, María Clara Name, Miguel Uribe Turbay y Horacio José Serpa, trabajan en la postulación y aprobación de proyectos de acuerdo enfocados en temas de mujer, juventud, transporte, seguridad y transporte. A continuación, La 39 presenta tres entrevistas con los cabildantes más jóvenes de la ciudad.

Miguel Uribe Turbay
“Yo creo que los jóvenes tenemos que ser los protagonistas del futuro del país”
Por: Natalia Lozano
Periodista Uninpahu


Foto tomada de: concejodebogota.gov.co
Para Miguel Uribe Turbay la política potencializa el trabajo social y es la herramienta de transformación de una sociedad. Sus ideales y propuestas sobre la movilidad ciudadana, la educación de los bogotanos y la importancia de la participación de los jóvenes, lo llevaron a convertirse en el actual Presidente del Concejo de Bogotá.
Siendo parte de la bancada del Partido Liberal, Turbay fue escogido a los 25 años para pertenecer al Concejo de Bogotá. Ha sido subestimado por sus edad, pero eso no lo ha llevado a detener sus ideales y propuestas, lo han hecho más fuerte para poder combatir y estar en oposición de las injusticias que a diario se viven en la ciudad.
Es usted un concejal muy joven. ¿Qué tipo de comentarios ha escuchado sobre este tema?
Muchas veces a los jóvenes se les crean obstáculos para hacer política con el pretexto de que no tienen experiencia o no están preparados, y muchas veces es el mismo argumento para que los jóvenes no puedan hacer empresa, no los contraten en una trabajo, etcétera. Pero yo considero que ese es uno de los retos y es demostrar que ser joven no es una desventaja, aunque tampoco necesariamente es una ventaja. Pero sí es una posibilidad de tener una personalidad que busque innovar, que sea comprometida, que haya pasión y que haya responsabilidad. Sin duda, muchas veces los jóvenes en la política se hacen a un lado, se les limitan las posibilidades y en política desde hace bastante tiempo, creo que está cambiando, pero muchas veces los jóvenes eran invitados a participar, pero con la idea que tenían que hacer fila en la política y no poder participar siendo jóvenes.
Es decir, ¿cree usted que los jóvenes deberíamos estar en la política?
Estoy convencido, yo creo que los jóvenes tenemos que ser los protagonistas del futuro del país y del presente. Además, creo que los jóvenes tenemos que empezar a decidir qué país queremos, tenemos que participar en las estancias políticas y públicas. Hay que incentivar a los jóvenes para que participen en el sector público, no solo desde cargos de elección popular, sino también en cargos donde se empieza a construir política pública, donde se toman decisiones, y creo que todo comienza por motivarnos. Yo estoy seguro que los jóvenes defendemos causas, nos gusta, nos apasiona las ideas,  pero por lo que ha pasado en la historia, no solo de Colombia, sino del mundo entero, lo jóvenes han venido cada vez más distanciándose del sector público y lo importante es cambiar esas mentalidades, que los jóvenes defiendan y lideren causas, pero que lo hagan a través de este mismo, que es donde se puede realmente llegar a más gente y tener un impacto mucho más duradero.
Viene usted de una familia que ha ejercido la política desde hace varios años. ¿Cree usted que su dinastía tuvo influencia en lo que usted quería ser?
Bueno, en primer lugar efectivamente tengo una familia en la que mis antepasados tuvieron tres intereses: por una parte tuve mi familia materna, fue política, pero también fue dedicada a las causas sociales, mi mamá como periodista y mi abuela ha liderado por muchos años la causa de la educación a través de una fundación, por el otro lado también tuve la oportunidad de conocer el sector empresarial por parte de mi padre. Pero finalmente creo que aunque siempre en una familia donde hay unos intereses particulares, entonces uno empieza a enamorarse de lo que hace los padres y las familias, que es muy parecido a lo que pasa cuando los abogados son hijos de abogados, los periodistas son hijos de periodistas, los médicos son hijos de médicos y así sucesivamente. Sin duda, quien decide al final es uno mismo, terminando el colegio, fue el momento en el que me puse a pensar qué quería ser. Por varias circunstancias empecé a entender que el camino del sector público es un camino de transformación social, es un camino de servicio y vocación social, y considere que ahí era donde me quería desempeñar. Siempre he pensado que hay un grado de responsabilidad frente al país de todos los colombianos, pero especialmente de los jóvenes y decidí que quería dedicar mi vida a construir el país.
Hablando de varias propuestas y programas que su familia viene realizando incluso usted, que en el último año de su secundaria realizó un programa de ajedrez, ¿Este programa aún se está desarrollando?
No, cuando terminé el colegio, lo terminé con un proyecto donde ya lideraba varios programas de ajedrez efectivamente, convencido que el ajedrez es una excelente herramienta pedagógica y complementa la formación. Entonces duré varios años adelantando estos proyectos, promoviéndolos, pero en el momento que ya decidí ser candidato los dejé de lado, aunque varias personas que trabajaron conmigo  en el camino siguieron adelantándolos, el proyecto central que yo promovía tuve por razones obvias que dejarlo, pero sin duda sembramos algunas semillas y varias de esas siguen dando frutos, son muchas las personas a las que logramos llegar enseñándoles ajedrez.
Y hablando de la educación, ¿Qué opina usted de la propuesta del Presidente Juan Manuel Santos de “jornada única”? 
Yo estoy convencido de que la jornada única escolar hay que extenderla al horario en que los jóvenes asisten al colegio, esta debe ser la prioridad no solo del Gobierno local, sino del Gobierno Nacional. En el caso de Bogotá esa fue una propuesta que el actual Alcalde tuvo y que ha dejado inconclusa. Por otra parte, está el Presidente que hace esa propuesta y ojalá la cumpla porque, sin duda, está probado en el mundo entero que durante más horas en el colegio se dicten unas cátedras especificas no de cualquier área, se va a mejorar la calidad en la educación, y en ese orden de ideas lo que necesitamos ofrecer en Colombia es una educación pública, pero de calidad. Muchas veces, los gobernantes consideran que como es público no tiene que ser lo mejor, sino simplemente tiene que garantizar que haya cupos. Considero que es precisamente a través de la educación pública donde podemos acabar con la brechas de desigualdad y generar oportunidades, así que necesitamos que los jóvenes atiendan el mismo tiempo mínimo que atienden los niños en colegios privados y en segunda instancia, que tengan acceso a las mismas cátedras, de esa manera, darles una educación de calidad.
¿Usted cree que si mejora esta educación podríamos mejorar en las pruebas de evaluación de estudiantes tanto nacionales como internacionales?
Sin duda, si la calidad de la educación mejora y son muchos los factores, una de esas es la jornada única, pero además hay que trabajar en el sistema de docentes, hay que trabajar en los materiales y en las lecturas, en el contenido que se enseña. Son muchas las áreas para mejorar la calidad, pero hay que tener en cuenta que no solamente vamos a mejorar en la pruebas que miden el rendimiento nacional e internacionalmente, sino también vamos a lograr disminuir las brechas de desigualdad, es decir, necesitamos preparar a los jóvenes para que vayan a las universidades o a los institutos técnicos o tecnológicos, puedan acceder a trabajos, puedan emprender negocios, puedan tener sueños en las empresas que  puedan progresar en la vida. Mientras no tengamos eso, independientemente de cómo nos clasifiquen internacionalmente en las pruebas, no vamos a tener ni siquiera la posibilidad de tener un país diferente.
¿Qué opina del proceso de paz?
Creo que todos los intentos y avances para acabar el conflicto son bienvenidos y el dialogo es una herramienta que ha funcionado para acabar procesos de conflicto armado en el mundo entero. Sin embargo, hay que tener muy claro hasta dónde está dispuesto el Gobierno para ceder y qué cosas está dispuesto a ofrecer. Creo  que las concesiones que el Gobierno debe hacer con la contraparte no pueden limitar la soberanía, la democracia y ciertos valores a los que la sociedad le ha dado bastante importancia, entonces necesitamos llegar a un punto en el que realmente acabemos el conflicto que es la prioridad para empezar a construir un país en paz.
¿Cree usted que este proceso se puede llevar a cabo teniendo en cuenta que los atentados por parte de las fuerzas armadas revolucionarias ha ido aumentando?
Hay que tener en cuenta que aquí se acaba el conflicto, pero la paz hay que construirla durante muchas décadas. Para lograr acabar el conflicto, hay que ceder lo que sea necesario y yo he insistido en que defiendo este escenario, defiendo que quien debe hacer las mayores concesiones es el grupo armado en este caso las FARC. El Gobierno Colombiano ha demostrado un gesto de voluntad real de sentarse a negociar, pero creo que cada vez que las FARC mata a civiles, niños y policías, lo que demuestra  es que no solo no tiene voluntad de sacar este proceso, sino además se burla de la sociedad. Siempre y cuando las FARC tengan realmente un compromiso, pienso que un proceso negociado puede dar un buen resultado. Pero en caso de que no sea así, considero que el Gobierno tiene que seguir luchando y rescatando, recuperando la soberanía del Estado en todos los lugares de Colombia y acabando con las prácticas de las FARC que cada vez son más graves, y acaban con más familias colombianas.
¿Por qué eligió ser parte de la bancada del Partido Liberal?
Yo tuve la posibilidad de conocer dos partidos diferentes: el Conservador y el Liberal porque precisamente mi familia pertenecía a las dos, pero a medida que fui creciendo y en el momento que decidí que quería hacer política, busqué el partido donde yo me sintiera más afín, donde realmente sintiera una cercanía ideológica. Los partidos varias veces se cuestionan porque no muchos de los miembros actúan realmente como la plantearía la ideología del partido, sin duda muchos otros sí nos acercamos a los partidos que tienen un grado de ideología en el que coincidimos. En este caso, soy una persona que creo profundamente en la libertad, creo en la equidad y muchos otros valores y principios, considero que en el Partido Liberal me puedo defender, además, un partido que respeta la pluralidad, la democracia, y la diferencia es el lugar  en el que yo me siento tranquilo.

María Clara Name
“SER PRESIDENTA DE LA CORPORACIÓN ES EL LOGRO MÁS GRANDE”
Por: Cindy Yulieth Orduz Guevara
Periodista Uninpahu



A sus 26 años, María Clara Name se convirtió en la presidenta más joven del Concejo de Bogotá. Durante su periodo, se encargó del control político y de cuidar los recursos de la ciudad, y de que estos se destinen de la mejor manera.
Estudió Derecho en la Universidad de La Sabana y obtuvo su grado cuando ya pertenecía a la corporación. Confesó que aunque sus padres son políticos e influyeron mucho en su vida profesional, ella ha tomado las riendas de su carrera y espera dar lo mejor de sí misma para enorgullecerlos.
¿A qué edad y cómo empezó a trabajar en política?
Desde muy corta edad. La primera experiencia fue fundando las juventudes del partido Viraje Social, esto fue aproximadamente a los 12 años, y luego pertenecí como candidata a las juventudes liberales, donde fui electa a los 14 años por voto popular.
Posteriormente, hice parte de la Cooperativa Multiactiva Gran Viraje, fui la gerente. Ya luego de este gran paso, personalmente tomé las riendas de la política y me postulé como Concejal de Bogotá.
¿Cuál fue el motivo por el cual se incorporó en la política? ¿Algo tuvieron que ver sus padres, los cuales también son dirigentes? 
Sí influye mucho lo que uno ve desde pequeño en su casa. Mis padres sí tuvieron que ver, siempre estuve rodeada de los ámbitos político y social, de una política que se hacía sin maña alguna, sana y sin intereses, y eso fue lo que quise hacer.
¿Cuáles han sido los logros más importantes de su carrera?
Lo primordial ha sido ser presidenta de la corporación, la más joven en el Concejo de Bogotá, mujer además, lo cual generó una gran expectativa y creo que lo hice a la altura, siempre rigiéndome a la ley, a la constitución y a las normas.
¿Está de acuerdo con que los jóvenes se interesen en la política?
Claro que sí, los jóvenes deben tener cada vez un mayor sentido de responsabilidad por lo que está pasando en nuestro país y no solo podemos quedarnos criticando a los políticos y a la corrupción, sino que tenemos que participar en los diferentes escenarios políticos donde podamos aportar para, de esta forma, ser más proactivos en esta área.
¿Qué proyectos que ha propuesto han visto la luz?
En primer lugar, he radicado varios proyectos como el carro compartido. También he sido ponente de diferentes reformas de la Administración Distrital, entre ellas, Plan de Desarrollo “Bogotá Humana”, el cual es toda la hoja de ruta del Alcalde Mayor. Yo me encargo del control político, y controlo los recursos lo cuales deben destinarse a las diferentes entidades, para que sean destinados de la mejor manera.
Uno de los temas que trabaja es el de ambiente. ¿Qué soluciones propone para la polución de Bogotá?
En primer lugar el uso del automóvil compartido es una buena iniciativa que se ha hecho en diferentes lugares del mundo, esto consiste en que las personas que trabajan en un lugar vayan junto con sus compañeros o familiares en un carro, vemos que en muchas calles de nuestra ciudad, los autos van con una sola persona lo cual hace que hayan numerosos carros y haya una gran congestión, se requiere que las empresas tengan sus propias rutas.
En segundo lugar, un control de gases en el transporte público, estamos en una era bastante avanzada pero vemos como hasta el TransMilenio y el SITP van contaminando la ciudad sin ningún control; en tercera medida diría que se podría hacer un control en el transporte de carga en la ciudad. Yo he planteado que la distribución de carga no se haga en horas del día porque esto genera más congestiones en la ciudad, mayor consumo de gasolina y además mayor contaminación.
Por último, e incorporando el tema del proceso de paz, ¿qué opina acerca de cómo el gobierno actual está llevando este proceso?
A todas las personas nos gusta la idea de la paz, pero puntualmente yo no he estado de acuerdo con el desarrollo que se ha estado llevando a cabo en este gobierno, porque ha sido un proceso al que no se le han puesto condiciones algunas: aquí estamos hablando de paz, en Cuba se habla de paz, pero en el Caquetá siguen matando soldados y policías, y en Arauca también, porque no se ha establecido un cese al fuego por parte de las FARC. Por lo tanto, hasta que no se les exija un cese al fuego no se va a tener la paz apropiada.

Horacio José Serpa
“MAMOLA” A LA INSEGURIDAD Y LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER
Por: María Alejandra García Ramírez
Periodista Uninpahu



El concejal Horacio Serpa asegura que los principales problemas que actualmente afectan a la ciudad son la inseguridad y la violencia contra la mujer.
Horacio José Serpa Moncada cuenta ya con una amplia experiencia en el sector privado y en actividades públicas en Bogotá, aunque nació en Barrancabermeja y vivió 15 años allá. Actualmente, es Concejal de la capital por el Partido Liberal, con una de las votaciones más altas del Distrito. Plantea la creación de una Secretaría que pueda ayudar a combatir la inseguridad ciudadana a través de la política pública a largo plazo.
Serpa fue miembro de las Juventudes Liberales desde 1998 donde comenzó a especializarse en el conocimiento de las problemáticas de Bogotá. Luego se desempeñó como Secretario Privado de Rafael Pardo, candidato del Partido Liberal, durante la campaña presidencial de 2010. Es considerado el único concejal hombre que se ha interesado en el tema de la violencia en contra de la mujer y a pesar de ser criticado por ser un “delfín”, no se detiene en su labor.
¿Por qué decidió ser concejal de Bogotá y no de otra ciudad?
Desde 1995 vivo en Bogotá, llevo casi 20 años en esta ciudad que me ha acogido, donde me gradué del colegio y de la universidad, e hice un postgrado. He ido conociéndola a través de los años. Soy mitad santandereano y mitad bogotano, y por eso tomé la decisión de lanzarme al Concejo de Bogotá y fui elegido con una buena votación.
¿Usted cree que es fácil para los jóvenes actualmente hacer política sin pertenecer necesariamente a una dinastía?
No dudo que el apellido funcione, porque sí genera mayor recordación al electorado, pero los jóvenes tenemos que buscar la manera de hacer un buen trabajo. Yo luché esa campaña, sudé la camiseta y fue gracias a eso que se logró una buena votación.
Centrándonos un poco más en su labor como Concejal, Bogotá atraviesa una crisis de violencia especialmente en contra de las mujeres. Situaciones como las ocurridas en TransMilenio sobre manoseo e irrespeto hacia ellas no deberían ocurrir. ¿Cómo combatir esta problemática para darle realmente un “Gol a la violencia contra las mujeres”?
El problema de la violencia se combate con una política pública a largo plazo, en Bogotá existe una desde 2004 que no ha funcionado y que se debe cambiar: en ese año hubo 137 feminicidios; un año después, se registraron 172; durante 2013, se conocieron por lo menos 142 casos según el Instituto de Medicina Legal, es decir, no se ha hecho nada. Eso es lo que hemos pedido a la nueva Secretaría de La Mujer: que se cambie el enfoque, el chip a las personas, a través de la educación. Hay que acabar con la cultura machista.
¿Qué cree usted que necesita Bogotá para combatir la exclusión y la discriminación sexual y de género?
Ya logramos un cometido que fue la creación de la Secretaría de La Mujer, que busca entre otros, una equidad de género. ¿Cómo es posible que en Colombia una mujer que realiza el mismo trabajo de un hombre gane menos? ¿Cómo es posible que en pleno siglo XXI las mujeres sigan siendo maltratadas por su pareja? Eso no puede ser así. Esta Secretaría es uno de esos espacios que puede generar la política pública y ojalá el Gobierno Nacional creara un Viceministerio para la Mujer, que cuide los objetivos que se requieren en equidad de género.
Cambiando de tema, conocemos su campaña “Hagámosle Mamola a los ladrones”. El tema de la inseguridad es uno de los más importantes, ¿cuál considera usted que podría ser la herramienta que puede combatir este fenómeno?
Hay que tener mucho cuidado con esos temas, se debe hacer un énfasis en la seguridad ciudadana. Actualmente está la Secretaría de Gobierno, y el secretario tiene múltiples tareas, entre esas, la de seguridad. ¿Qué tal si nosotros creamos una secretaría únicamente para la seguridad y que haya una persona que sea experta en materia de seguridad y conozca los modelos de seguridad de otras ciudades como New York? Claro, se ha avanzado mucho en la disminución de homicidios, pero la extorsión, los atracos por celulares a las personas y a los locales comerciales están disparados. También hay que crear un cuerpo élite y exigir a la Policía que dicho cuerpo se encargue única y exclusivamente en combatir este delito.
Finalmente, y refiriéndonos a un tema más global, ¿cuál cree que es el estatus de la educación en Colombia actualmente?
Creo que se ha mejorado mucho en el tema de cobertura, pero la calidad de educación en el país no es buena, esto se ve reflejado en los resultados de las pruebas PISA y las pruebas SABER. Quisiéramos tener una mejor educación y espero que ahora con el anuncio del presidente Juan Manuel Santos acerca de que se va a invertir más en educación que en guerra, se empiece a cambiar este fenómeno. Hay que capacitar más a los profesores, ellos deben ganar bien y además, deben saber mucho más de lo que saben, como un segundo idioma. Hay que tratar de que nuestros niños y jóvenes puedan llegar a la Educación Superior: menos del 10% de los jóvenes que se gradúan de bachilleres pueden ingresar a la Educación Superior. Eso es lamentable. ¿Cómo podemos buscar la forma de que exista una Educación Técnica y Tecnológica? Eso es fundamental. Yo aspiro que, con el énfasis que se está generando en el Gobierno Nacional acerca de este tema, podamos cambiar esos resultados que hasta el momento se han visto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario